Viejo y loco chamán




Mi semblante

estaba cómo mi corazón,

frío,

no parecía yo

y

me preguntaba

cómo era posible que siguiera así

después de tanto tiempo,

por eso

decidí acudir al chamán,



primero me dijo que era por culpa del tiempo,

luego de la edad y

finalmente

me sorprendió diciéndome

que mi frío no era natural.



Me dijo

que era un frío raro, extraño

e inquietante,

esas habían sido sus palabras,

y

me informó que

los espíritus habían decidido

sobre mi caso

y

que lo mejor para mí

era que me bañara desnudo

en pleno invierno en el lago helado.



No entendí

hasta que el chamán me explicó

que el frío que yo sufría

sólo se podía combatir con otro frío mayor.


Frío interior

contra

frío exterior,

para reencontrar el equilibrio,

me había acabado diciendo.



Así lo hice

y

en ese momento comprendí

que sólo un tonto se creería

al viejo y loco chamán

y

se metería en aquellas aguas heladas

y

ese tonto resultó que era yo.



He tardado una luna entera en recuperarme de aquel baño

y no es que me desequilibrará, es que casi me mata

y

aún no acabo de entender cómo pude hacerle caso

aunque la verdad, no confesada a nadie,

es que ni mi semblante ni mi corazón

han vuelto a estar fríos desde que me bañe

en las aguas heladas del lago

cómo habían indicado los espíritus

y

cómo me había dicho

el viejo y loco chamán.
 
 


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