Otoño

¿Porque lloras?


No lloro, sólo es que se me caen las lágrimas.


Esto que me dices aquí y en las antípodas se llama llorar a pesar que no quieras verlo así.


Yo no lloro.


Estas llorando ahora.


No es verdad.


Bueno, entonces se te están cayendo lágrimas.


Eso sí que es cierto.


Y te puedo preguntar ¿que diferencia hay?


Mucha.


¿Puedes ser un poco más explícito?


Pues una cosa es llorar y otra muy diferente es que se te caigan las lágrimas.


Ah si! ¿y porque es diferente?


Simplemente lo es.


Pues la verdad es que yo no lo veo así.


Pues es así.


Entonces ahora no lloras sino que se te caen las lágrimas ¿no es así?


Exactamente.


No lo entiendo.


Pues es así de simple.


Si tu lo dices.


Te lo digo así porque lo siento así.


Pero te repito que es lo mismo o ¿es que no te das cuenta?


No es lo mismo y lo sé perfectamente, sin ningún tipo de duda.


No te entiendo.


Pues no es tan complicado.


A mi me parece que tu lo haces complicado.


No es verdad, yo sólo te digo lo que siento.


Yo lo que siento es no entenderte.


Es una pena porque es bien fácil.


Yo no lo entiendo así.


Pues es así.


Si tu lo dices.


Te lo digo yo.


No acabo de entenderte pero si tu lo crees así ¿quién soy yo para negartelo?


Nadie, diría yo.


Exactamente, nadie.




Acto seguido se levanta y después de un ligero gesto de su mano a modo de despedida empieza a caminar. Sigo mirando su silueta mientras la veo alejarse y yo me quedo en este parque dónde el otoño cada día se hace más presente.
 
 

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